martes, 27 de septiembre de 2011

Júpiter

Tantas cosas en las que creer que uno no sabe por cual decidirse. Tantas religiones. Tantos dioses. Tantas personas que basan sus vidas y sus culturas en lo desconocido. Dar su vida por algo que jamás han visto, y matar a otros por un mito que se han creído todos.
Hay personas que me han dicho que ya estaba todo descubierto... puede que esté todo descubierto por otras personas... y uno no se da cuenta de lo emocionante que es descubrir algo por sí mismo hasta que ve Júpiter con sus propios ojos. La luz que vemos de Júpiter tarda 45 segundos en llegar a la Tierra.

El viernes pasado falleció una compañera de la universidad. Una chica muy alegre, que vivía cada segundo como un regalo. El problema de que uno sea tan escéptico le lleva a enfrentarse al azar y a tener que asumir que el mundo está repartido de esta manera porque ha salido así sin más, sin causas, sin fines y lleno de coincidencias.
Estos son los momentos en los que me gusta pensar que puede existir algo más allá de lo que perciben nuestros sentidos y olvidarme del azar, y refugiarme en la explicación de que un Dios lo ha querido así, de que no hay otras personas que se lo merezcan más o menos, y de que irá a un lugar mejor.

Pero mis pies me engañan devolviéndome a la realidad y mis ojos miran a Júpiter, creyendo en lo que ven...
...quizás ella nos esté mirando desde ahí arriba.

Foto de Júpiter con 4 de sus 16 lunas con un telescopio refractor F1200 D150. 27/09/2011 a la 1:30 a.m. desde mi balcón,en El Puerto de Santa María.

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